sábado, 11 de diciembre de 2010

La Navidad de Melchor, Gaspar y Baltasar/ La Navidad de Mejor Gastar que Abrazar

Este supongo será el penúltimo post del año ya que me encuentro en un cambio de actividad profesional (conseguí mejor chamba!) y por ende no creo poder seguir escribiendo con tanta periodicidad, aunque espero equivocarme.

Una vez dicho eso, información absolutamente irrelevante, vamos al texto…

Ya se acerca la navidad. Época de pasar en familia, de vestirnos de matita de ají y comernos el primo grande del pollo. Época de dar y recibir, de renos con gripe y muñecos de nieve con bufandas. De bonos navideños, de bombardeo de comerciales de jugueterías y de “si no tiene plata, se jodió”.

No me gusta la navidad. De pequeño la amaba, como amo ahora al sushi, pero lastimosamente al crecer te vas dando cuenta de que tú mundo, no es el mundo. Recuerdo las reuniones de la infancia en casa de mi abuela, cuando nos reuníamos entre primos alrededor del árbol de navidad, a cantar villancicos una y otra vez. Los adultos nos miraban con ternura (y seguro por dentro pensaban en las cuentas por pagar), nosotros cantábamos huevadas sin sentido pero con mucho sentimiento (¿pero mira como beben los peces en el río?) nos atragantábamos de chocolates y pistachos en torno una planta muerta rodeada de luces. Todo el circo, que en esa época no comprendía y juraba que era el mejor mes del año, se fue esclareciendo con el paso de los años. Años que me fueron preparando para tomar el puesto del grinch.

No quiero sonar a discurso de radio católica, porque me parece una porquería que tan “noble” institución como la iglesia católica se aproveche del altruismo para recuperar clientela, pero hay que reconocer que hay gente que está más jodida que nosotros. Sí, es cierto que talvez no tengamos para el nuevo departamento, pero tenemos un techo (y no de zinc estoy seguro). Talvez no tengamos para el viaje a estados unidos (destino, para mí, totalmente carente de atractivo) pero tenemos una mesa con comida todos los días. Y con esto no quiero decir que nos conformemos con lo que tenemos, o que nos portemos como monjitas de la caridad y regalemos todo lo que tengamos, pues estoy totalmente de acuerdo en mejorar el nivel de vida, pero también que a la par mejoremos el cerebro.

Es impresionante ver el nivel de stress que se maneja la gente en estas fechas, pensando en que primero va el regalo antes del abrazo. Que primero va el “¿y ahora que le doy?” antes de “¿cuantos abrazos le debo?”. Primero el “detallito” antes del gesto honesto. Fechas en las que “dar es mejor que recibir” significa “endeudarse es mejor que quedar mal”. No pretendo tampoco ser escritor motivacional, pero tenemos recursos ilimitados del tan sub valorado cariño.

Recuerdo que odiaba cuando en el colegios, nos llevaban a cantar villancicos al frente de un montón de extraños. En esa época luego del "Especial de Navidad" te daban una funda de caramelos, como quien le da una galleta a un perro por el buen comportamiento. Ahora que veo estas presentaciones navideñas, me voy dando cuenta de que todo es falso. Son falsos los duendes que cantan "jingle bells" (canción que no creo que ningún niño de 10 años entienda o tenga ganas de entender), como es falso el profesor de música que moviendo una batuta (o el palo que se haya encontrado por ahí) juega a ser el director de orquesta que nunca pudo ser. Es falso Santa Claus (invento de la Coca-Cola), ese Papá Noel criollo, que suele ser el conserje del colegio, como también lo es su barba y su barriga. Son falsas las ganas de estar ahí de los niños como de los padres. También es falso el árbol de navidad, pues nunca realmente salió de la tierra ese cipress de plástico tuning. ¡Y lo peor de todo es que nos encanta!

Ahora que lo pienso, la navidad no es más que San Valentín, Halloween o el día del árbol. Halloween es auspiciado por Snickers, San Valentín por Hallmark y Navidad por Matel. El día del árbol solo es auspiciado por Green Peace y por eso no tiene tanta acogida. Que nadie me venga a decir que la navidad es auspiciada por Jesus Cía Ltda, porque si talvez, hace algún tiempo lo fue cuando los 3 reyes magos fueron a dejarle regalos al “niñito dios”, hoy ese acontecimiento no es la sombra de lo que se supone debió haber sido. Mi navidad llega hasta el 6 de diciembre, pues todos me regalan licor. Y sin preguntar. Pero a partir de que se acaba la celebración de la sacada de madre que nos metió la “furia roja”, se comienza a extender la distancia entre los polos emocionales y económicos. Con esto quiero decir que quién está solo, se sentirá más solo que nunca. Quien tenga a alguien a su lado, agradecerá infinitamente la compañía recibida (el agradecimiento será inversamente proporcional a lo que le cueste mantener a la “reina”). Quienes tengan dinero, podrán darse gusto demostrando que el afécto sí se compra, mientras que los desfavorecidos tendrán lo suficiente o para un pan o para una dosis de cianuro.

Se produce una interesante lucha entre lo que el mundo te dice que es lo que hay que hacer y lo que realmente puedes hacer. Y el primero gana por goleada si no tienes una pequeña noción de lo que significa tener sentido común.

En la infinita cadena de parentesco que une a la humanidad, al hacer algo bueno, no por el prójimo, sino por SU prójimo, indirectamente estará ayudando al mendigo de la esquina. Nadie escoge venir al mundo, y nadie escoge la familia en la que nace (eso solo sucede en los programas de intercambios). La suerte es un factor que afecta solo a los estúpidos que intentan justificar cualquier tipo de evento que puede o no estar dentro de su poder de decisión. Esta es la vida que nos tocó, para bien o para mal. No pido que hagamos conciencia, pues somos humanos y la historia nos demuestra que la conciencia será una de las piedras que faltaron en la construcción del “homo sapiens”.

Así que no me parece que sea exagerado de vez en cuando verse a uno mismo… Pero verse desde los ojos de la madre de 6 hijos que está cantándole a sus enanos para que se duerman y apacigüen el hambre de una noche buena (¿noche buena?) sin pavo, ni juguetes, ni “un mundo sin límites”…

sábado, 27 de noviembre de 2010

Breve Descripción de las Fiestas de Colonización (o del Circo de Diciembre)


Se acercan, finalmente, las fiestas de Quito. Algunos sabemos lo que se celebra, muchos desconocen el porqué celebramos, y a otros simplemente mientras haya licor, no les importa lo que se celebre mientras se celebre. Me incluyo en los primeros y los últimos.

Me gustan las fiestas de Quito. 6 días en los que finalmente el resto Quiteños comparten el mismo estado etílico que el mío. Otros por otro lado se regocijan en el gusto por la paliza a lo Mike Tyson que nos dio España a mediados del siglo XV. La pelea librada entre Atahualpa y Pizarro no fue una batalla sino una masacre. La resistencia ofrecida por Quizquiz y Rumiñahui tampoco fue grande, por lo que no puede hablarse una batalla por la colonización, cuando se habla del Real Madrid vs. Deportivo “Sí se puede” Pachamama.

Es interesante, aunque a estas alturas repetitivo, analizar el léxico utilizado en tales fechas, pues la “s” se vuelve “z”, la mujer es la “maja” y la paella el nuevo Chaulafán. Común es también encontrarse con el abuelito de Loja que de pronto le asoman parientes Madrileños, así como fotos celebrando el gol de Iniesta o junto a los toreros. Así sea el tortuga (Mal torero pero gran Señor). También en estas fechas, el fenómeno de convertir un envase vidrio por uno de cuero por arte de magia se vuelve cotidiano; se cambia la media de zhumir, por la bota con vino (auspiciada por el tatarabuelo fallecido y “Campiña”). Con similar rapidez se desempolvan las botas a las que siempre les faltará el caballo, los sombreros a los que les faltará cabeza y todos estarán más pendientes de “TV OLÉ” que de “La Usurpadora”.

Un desfile de modas en plena Amazonas y Juan de Azcaray, llena de criollos (descendientes de españoles nacidos en banana republic), de cerdos con ajíes en las orejas, de caballos de 2 pisos (el piso superior a veces hace paro) y demás fauna autóctona del lugar. Desfile en el cual todos quieren participar, sin más paga que una fotografía para aparecer en la sección social, un reconocimiento de parte de los conocidos y un “ve que rica esa man”. Hombres que dejaron el calentador dominguero de la empresa, por unos jeans “Levi’s”, camisa con la correspondiente barriga sostenida por un cinturón que hará juego con el calzado y el sombrero. El mismo de todos los años. Mujeres que recordaron que maquillarse es algo indispensable (por lo menos para las más feas), al igual que si pudieran llegar en caballo, lo harían. Pero al no poder lo hacen sobre un animal mucho más domesticable el cual toma en este caso el nombre de “marido”. Por mi parte prefiero caminar por los callejones aledaños con mi buen amigo Johnnie.

Adivino lo que se preguntan, les diré que sí he asistido en 2 ocasiones a la plaza de toros (coso de Iñaquito para los que ya tengan preparada la sangría). Y el lunes lo haré otra vez por tradición. Como este escrito no pretende reflejar las tan aburridas peleas entre taurinos y antitaurinos, solo apelaré al sentido común de las personas de escoger asistir o no a cualquier tipo de eventos. No se preocupe si usted es amante de los animales, vegetariano a morir o activista del PAE, siempre habrá una protesta afuera de la plaza de toros a la cual podrá asistir, y gritarles pelucones a sus vecinos taurinos, o a todo quien escuche gypsy kings. Hay de todo para todos. Con lo único que no concuerdo es con el “Jesús del Gran Poder”, aunque supongo que la Iglesia debe buscar auspicio de lo que haya. No me parecería nada raro ver ahora, sobre todo con las últimas palabras de Benedicto XVI, La Feria del Preservativo Casual “Jesús no va a Poder”. ¡Pero no se enojen! Sino los van a colocar en una banda de pueblo y les pedirán de la forma más educada que den inicio a la interpretación de una pieza musical por bravos. Osea "¡Toquen Trompudos!".

En estos días podemos apreciar la tradicional competencia de los coches de madera. Pequeños schumacher que de deleitan al público más con sus épicas sacadas de madre que con su habilidad al volante. También tenemos el tan conocido deporte olímpico quiteño. No hablo el de botar presidentes, sino del juego de cartas llamado "40". Gran forma de hacer amigos, perder 5 dólares y mandarse las frases más extrañas en un juego de cartas como "2 por shunsho", "2 por guapo" o "entrando mamando". Debería explicar la última de ellas, pero por vagancia y ganas de que su imaginación vuele, la dejaré a la interpretación de cada uno.

La elección de la reina de Quito es un acontecimiento de relevancia desde tiempos de Don Evaristo. Discrepo en varios puntos de esta ceremonia. Primero, no se elige a la más bonita, estéticamente hablando, por lo que no es un concurso de belleza en su totalidad. Segundo, tampoco gana la concursante con más experiencia en campos generales, así como en áreas específicas como el de la ayuda social o la habilidad de negociación de fondos para la fundación reina de quito. Tercero, se habla de la soberana de la ciudad a una chica elegida por un jurado supuestamente calificado pero dudosamente designado. No entiendo el punto de disfrazar la verdad de lo que todos ya conocemos: Si papi paga...

Nos enfrentamos a un problema. Y no hará que desaparezca el hecho de ignorarlo. La identidad del Quiteño es variable dependiendo de la ocasión, del lugar o la época. Las ocasiones determinarán el estar orgullosísimo del Chucho Benítez, o negar la existencia del tío negrito (afro-ecuatoriano para que no me demanden o me quieran sacar la madre). El lugar será muy importante pues tal lugar nos cambiará al recién ido compadre Juan Taipe, por el Sr. John Scotch. Y la época, claramente no necesita más explicación, decembrina nos traerá mestizos españoles, criollos bien criollos, y un viejo barbón vestido de rojo. Todos inventos, todos mentiras.

Me resulta un poco triste que únicamente en estos días dejamos de ser la ciudad de los putos baches para convertirnos en la gloriosa ciudad de San Francisco de Quito. No creo que el hígado de cualquier ciudadano de la carita de dios aguante la chupetiza de esos días durante todo el año, aunque no quisiera adelantar criterios por las irrefutables pruebas de las que he sido testigo, pero por lo menos la alegría y el orgullo de ser quiteño, sea lo que sea eso, debería extenderse a lo largo del año. En otras palabras, el “Que viva Quito” debería escucharse y sentirse todo el año, así como todo el año se chupa “hasta la huevas carajo”.

martes, 23 de noviembre de 2010

De lo que sucede en Quito mientras desaparece...


Vamos por partes. Yo amo a Quito. O por lo menos algunas de las partes de Quito que conozco. Irónicamente parte del encanto de la capital del Ecuador es la adrenalina que le inyecta diariamente a los pechos en férvido grito de quienes aún podemos encontrar belleza y 1000 motivos para quedarnos en la ciudad, a la que muchos quieren abandonar.

Me gusta despertarme con ese sol frío, con una leve brisa que trae aromas del pichincha, (a quienes vivan de la occidental para arriba). Me gusta despertar con el cantar de los pájaros que aún viven en la capital (No del pájaro Febres cordero, la verdad no sé si cantará), con las gotas que aún cuelgan de las hojas de los árboles. Luego de eso la historia cambia, pues el cálido sol se convierte en un lámpara gigante y las personas en churros. El canto de las aves en pitos de carros, principalmente buses y taxis que juran que el silencio de la carita de dios es aburrido y decoran el ambiente con su presencia en forma de onda sonora, nube de smog y un letrero en la parte trasera: “Si me rebasas dile a tu ñaña que ya llego”.

Me gusta acostarme con las estrellas pintando el cielo, con el sonido de alguna chiva lejana (no de las del 24 de mayo), y con la imagen de la ciudad como un nacimiento navideño sin santos ni vírgenes (bueno, diré que la del panecillo y la del San Gabriel sí, para que no me pegue la primera porque es más grande que yo, y para que no me linchen los segundos). A lo mucho con pastores y muchas, pero muchas ovejas. También decoran mis noches las botellas que se rompen en las veredas, las camaretas que me resuenan en la ventana, los disparos de quienes quieren matar a dios y juran que está en el cielo, y los mensajes al celular a media noche justo cuando lograste cerrar los ojos de “Movistar le informa que su saldo es insuficiente para completar esta llamada”.

Me gusta caminar por las aceras del parque la carolina, ver a la gente corriendo, persiguiendo una meta. Veo a otros también corriendo persiguiendo un choro, aunque es menos inspirador.

Me gusta cuando el cielo no gambetea con el clima. Es decir cuando salgo seco de mi casa y llego seco a la misma (el licor no tiene nada que ver en este proceso). Cuando los del INAMI no se equivocan (que es lo mismo que esperar que al Aucas vuelva a la primera “A” o que el presidente no insulte en cadena sabatina).

Me gusta caminar por el centro. Es una experiencia siempre nueva. Descubrir rincones olvidados por el tiempo. Descubrir indigentes olvidados también por el tiempo y las personas, como si fueran activos fijos de las estrechas calles. Divisar los vendedores de ponche, en sus inconfundibles carritos con llave de agua y delantales blancos (delantales que también verá después, pero en la sala de espera del Vozandes por degustar semejante manjar).

Me gustan las calles adoquinadas, las paredes de piedra, los almacenes de antigüedades y las huecas que existen en el centro. Reconozco que al inicio no me daba la menor emoción ir a los dominios de Carondelet, donde a mediodía todo parece un caos ordenado, pero mi novia poco a poco me fue inculcando el gusto por así decirlo. Espero yo inculcarle algún día el gusto por el sushi, las aceitunas y el fútbol.

Me gusta ir al mercado. Corrijo. Me encanta ir al mercado. Trae recuerdos de la infancia, de correr en los pasillos sin sentido del mercado Santa Clara, entre piñas y naranjas, entre señoras gordas y vendedores de pescado. El propósito era solo perderse entre tanta fruta y cerdos colgados, lo cual a primera impresión puede sonar repugnante, pero con el tiempo se puede volver divertido, y hasta formar una carrera en torno a las compras del domingo. Me sigo preguntando si Doña María seguirá enseñando a desgranar choclos con la misma ternura con la que me enseño a mí. Esa mujer era una SEÑORA, muy diferente a muchas señoras que creen que por ser mujeres merecen tal título.

Me gustan los hot-dogs de la Gonzales Suarez y los ceviches de la Rumiñahui. Los primeros caen excelentemente bien después de una farra, los segundos acompañan a la perfección la mezcla de licor y hot-dogs de la Gonzales al día siguiente. Las tripas del aeropuerto son muy apropiadas para esas frías tardes que me sorprenden antes de la quincena. Y ni hablar de las papas con cuero de la Floresta, los motes de San Juan y los hornados del mercado Iñaquito. Pero eso sí, si va a alguno de estos lugares con una acompañante, asegúrese de que no sea en la primera, segunda o tercera cita, y que el historial gastronómico de ella no incluya “El Rincón de Francia” (magnífico restaurante, el cual firmemente recomiendo), no cargue un bolso Prada ni se esconda tras un perfume de channel. Y peor aún si hace muecas cuando le sugiera darle una probada a porky acostado en tortillas de papa.

Pero sobre todas las cosas que me gustan de mi ciudad, lo mejor son las personas. Los anónimos por conocer y también aquellos que dejaron huellas en mí. Los amigos que me prestaron dinero para libar y un hombro para llorar. Los maestros que más que conocimientos dejaron ejemplos a seguir, y los inspectores que más que implementar disciplina, reforzaron las convicciones de no ser uno más. Los amores pasados que me recibieron con una sonrisa y me dejaron mejor de lo que me recogieron. El amor presente que me mantiene cuerdo y demasiado enamorado, aunque eso no impide que siga desvariando y escribiendo huevadas. Los conocidos que borraron sus rostros y dejaron historias. Los hijos que aun no vienen (y espero que no lleguen hasta dentro de un largo tiempo) que espero que quieran y aprecien la ciudad de sus abuelos.

Una persona me dijo que como el cielo de Quito no hay otro. Supongo que tiene razón, pues esta noche de luna llena, alumbra la ciudad como un viejo farol. Ilumina los fantasmas de Don Evaristo y la Torera. Ilumina a los borrachos que perdieron la decencia, pero no sus coplas ni sus copas. Ilumina a los muchos Cantuñas que vendieron el alma al Diablo. Ilumina a un cura que se aventaja de cristo para joder la vida (la mayoría lo hacen) y también a un pseudo-escritor con insomnio. Cada estrella es uno de ellos, pero cuando me vaya no seré estrella. No. Prefiero convertirme en una banca de la plaza de la independencia, para escuchar las historias de los viejos, y poder en una próxima vida, contar las historias de este Quito que se olvida. De este Quito que se apaga. De este Quito que se muere…

martes, 16 de noviembre de 2010

Crónica de una vacación anunciada

Cansado de tanto quiteño y lluvia de improvisto. De tanto vendedor de “2 caramelos por 25 ctvs y 5 por 50ctvs”. Cansado del facebook y de las comodidades de la ciudad, decidí tomarme unas vacaciones muy bien merecidas. El panorama se veía prometedor. 3 noches 4 días en la magnífica y sobrevaluada área de Casa Blanca, en Same – Esmeraldas. Amigos (digo amigos porque nunca vi una “conocida” o quien quisiera serlo), familia (es decir mi hermano y la soledad. Y la soledad no es una persona), sol (el cual oportunamente apareció el día que no me puse bloqueador solar y me encontraba a 10 km de la sombra más cercana) y alcohol, el amigo que nunca falla.

Salimos de Quito con esperanzas de sol, playa y arena un domingo a la media noche. El sueño de todo serrano estresado. Comenzó desalentador el viaje cuando constatamos que en el bus con destino al paraíso, solo iba la población autóctona de tal lugar. No me malinterpreten, pero la recreación de la vista es necesaria en cualquier viaje de placer. En nuestro caso, tal recreación solo se vio semi-cumplida con las que vimos en la barra de un bar en la playa. Deliciosas y listas para entregarse a nosotros. Las llevamos al departamento para tener más comodidad. Finalmente, y sin más preámbulos las tocamos pero se sentían muy frías, aunque irónicamente deseábamos que estuvieran así. La satisfacción que nos produjeron, fue tal, que teníamos que repetir la dosis. Y es que en la repetición está el gusto, y sino que lo diga Velasco Ibarra. Pero después de tantas de ellas uno se cansa, así que decidimos parar un poco y cambiar esas cervezas por un “fuerte”; Llámese “fernet”, “ron”, y “whisky”.

Ir a la playa en temporada baja es una mentira. Primero porque no existe tal “temporada baja” debido a que si no era por los 2 o 3 rezagados del feriado y los 7 fantasmas que me visitaron, lo más cercano a vida inteligente que hubiésemos encontrado hubiera sido un perro con sarna o un hincha del emelec (decidí darle un respiro a los del barcelona).

Nos encontramos con gente dentro del condominio donde nos alojamos. 3 amigos bebiendo (incluyéndome) y 4 familias sobrias, independientes, funcionales y felizmente separadas por metros de distancia y paredes de concreto no se mezclan bien. Como agua y aceite. Como la educación y la UNE. Como luchar por la paz. Así que el mejor amigo de 3 hombres solos, se hizo presente de forma de alcohol y nos acompaño en sus diferentes estados. Algarabía, desinhibición, estupidez, sueño y chuchaqui. No necesariamente en ese orden.

Las chicas bellas, jóvenes, bronceadas y antipáticas, fueron reemplazadas por señoras de carnes mal equilibradas, cabello muy corto, andar todo-menos-sensual y muy amigables valga decirlo. Prefiero las segundas. Sobrio. Las noches de música, baile, pecado, licor y amaneceres se convirtieron en… Bueno, en noches de licor.

Como a nivel del mar me vuelvo más deportista y pendejo que a 2800 msnm, decidí una mañana nublada de martes, ir a trotar un poco. Como para buscar civilización y matar el chuchaqui. Confieso que no encontré un alma pero sí me encontré a mi mismo. Me encontré a mi mismo sin bloqueador solar, con un astro mayor sorpresivo y asesino, a 10km de la sombra más cercana, a 1dólar (el cuál no lo tenía) de la botella de agua más fría, y a 15 minutos de tener una quemadura de 1er grado en ambas plantas de los pies. Sucedieron todas las anteriores.

Y es que todo buen serrano debe regresar con su dosis de quemadura solar, de picados tropicales y de gafas de “a dólar”. Como Ecuador es un solo cliché, las 2 anteriores se cumplieron. No la última porque insisto, no había un alma en la playa ni en mi cuerpo. Lo que sí había era un color, rojo ferrari en la parte superior de mi anatomía. Y mordidas en todo mi cuerpo, pero no de mi novia. No, que te muerdan los mosquitos no cuenta como traición.

La quemadura de color rojo intenso, como se ponen los policías cuando Correa da la cadena semanal, fue cubierta por aloe vera para reducir el ardor. Ahora no solo era un camarón con bermudas, sino que parecía un Hulk desteñido y flaco. Los colores verde y rojo, no se mezclan para nada bien sin importar lo que nadie diga. Navidad es una excepción. Al igual que el sweater de Freddy Krueger y las plantas de ají.

El día siguiente prosiguió con un excelente desayuno, precedido de unos excelentes cócteles y un, mejor aun, estado “happy”. No lo digo porque nos hayamos hecho amigos de los fans de Bob Marley en Esmeraldas, sino que para uno entrar en un estado de chuchaqui, debe pasar de beber mucho a no beber. La segunda no ocurrió. Y en ese estado nos sorprendió la noche con el partido de la Liga. El triunfo fue muy grato. Creo que el grito de gol de nuestra habitación se escuchó hasta Mompiche. Lo que le siguió al partido fue un no muy claro argumento sobre la contratación de “Goku” a las filas del Manchester United según el anfitrión. No divulgaré su identidad, porque yo nunca me burlaría de mi amigo Juan Andrés Almeida.

La mañana siguiente fue más bien de descanso. ¿A quien miento? La limpieza del departamento, así como la lavada de platos, y el hecho de empacar fue agotador.

Nos despedimos de Casa Blanca como uno se despide de su novia luego de una pelea sin resolver: Enojados pero sin ganas de irse. Aun tengo estragos de la nostalgia que supone el abandonar lo cual supones que es tu hogar lejos de tu hogar. Si fuera por mí, me quedo a vivir entre cubas libres y ancianas. Los primeros para aflojar la lengua y las segundas para conversar. Y específicamente en ese orden.

Para nuestra sorpresa solo se rompieron 3 vasos. Creo que el resto de cristales rotos que escuchamos a lo largo de nuestra estadía, fueron de aquellos que nos lanzaban floreros para que hagamos silencio. Seguro nos extrañarán…

miércoles, 27 de octubre de 2010

De los libros y sus títulos

Leyendo “reviews” de libros que recomienda cierta revista, me he encontrado con lo que me encontré hace mucho tiempo. Títulos de libros. Esta vez se preguntarán, ¿Y ahora este man con qué nueva cosa está inconforme? Bueno es fácil.

Los libros, como las personas, se juzgan por su portada. Que nadie me venga a decir que lo más hermoso de una persona va por dentro. Seguramente debería ser así. Pero no lo es. Y mientras tengamos cosas como MTV, E! Entertainment, Concursos de belleza, Karl Lagerfield o Cecilia Niemes (a nivel bastante parroquial) tampoco lo será.

Puedes ser un tipo repinta, musculoso y ser lo más aburrido del mundo. O ser lo más feo que ha pisado la tierra y por dentro tener las ideas más inteligentes, los pensamientos más creativos o los principios más rectos (nada que ver conmigo). Las mujeres se quedarán con el primero, y las botellas con el segundo.

En el caso de los libros sucede algo similar. Un ejemplo hipotético aplica a la situación. Por ejemplo si el título de la obra dice “El caracol errante” y la obra trata de los problemas socio-políticos de la Rusia del siglo XIX. ¿Qué mierdas tiene que ver un caracol con esto? Me enfada de manera profunda el engaño del título. Me enfada también el precio del mismo, así como la foto del momento de “reflexión profunda” en el cual se encontraba el autor cuando se la tomaron. O eres escritor, o eres modelo. Y quien sea ambos, no será más que un travestí de fama y letras.

Está bien que existan metáforas y símiles para que el libro “venda”, pero no hay que exagerar. Un título que promete lo que es, por ejemplo, “La insoportable levedad del ser” o “El principito” se lo lleva en la memoria y en la recomendación. Un título que no tiene nada que ver con su contenido es “El color Púrpura” y me niego a pensar que se trata de una alusión racial.

Si tienes en la portada de tu libro un perro azul, pero tal canino sin oxígeno no aparece en el libro, ¿Para qué molestarse? ¿Cuál es el punto? Si mi libro trata del viaje de un inmigrante a estados unidos (que nadie me joda por no poner mayúsculas en ese país), no voy a poner el dibujo de una alcachofa roja. Pondré la foto de un caminante, de un paisaje anglosajón, o de la estatua de la libertad (no la del panecillo porque aquí como que la libertad también migró).

jueves, 14 de octubre de 2010

Sobre los Sueños y las Mujeres Mal Casadas

Este texto no es un extracto de una tertulia profunda. Tampoco viene de la meditación intelectual de la contradicción del presente y el futuro. Menos aún de un libro de autoayuda, que personalmente creo, solo sirven para avivar las fogatas. Podría muy bien ser el hijo de una vaga idea de una borrachera de Diciembre o el resultado de ir pensando huevadas en el bus hacia el trabajo.

Cuando hablamos de los sueños, hay que esclarecer el término.

Sueño, según Wikipedia (porque me da pereza ir a buscar el diccionario de la real academia de la lengua) es: “El sueño es un estado de reposo uniforme de un organismo.”


Un estado es un país. Reposar es descansar. Uniforme es homogéneo y organismo es una o varias entidades. Definimos por OBVIA deducción que: “El sueño es un país de descanso homogéneo de una o varias entidades”

Es decir, un sueño es Ecuador.

Ahora bien, ¿Un sueño de quién o para quién?

Responderemos (responderé) esa pregunta más tarde.

Hablando de forma más personal para quienes no se identifican con tal deducción, pondré un ejemplo más práctico.

1000 veces me pregunté, que sería de grande. Y creo que ya de grande me seguiré preguntando lo mismo. Hubiera sido muy feliz siendo futbolista. Pero 2 cosas no me permitieron serlo. La primera fue una lesión de rodilla. La segunda, la vagancia de ir a rehabilitación. Creo que eso hizo más complicado el hecho de cumplir tal sueño.

Sueños (risas). Alguien me puede decir exactamente ¿Qué es un sueño?

Dicen que no cuesta soñar por lo que deduzco que es algo gratuito, como el bono de desarrollo.

Dicen que debemos alcanzar nuestros sueños, por lo que también deduzco que son algo lejano y ajeno, como la erradicación de la corrupción.

Y dicen también que no hay sueños imposibles y que nuestro propósito en la vida es cumplirlos, así que supongo que deben ser muy difíciles pero realizables y gratificantes, como la revocatoria del mandato de Correa.

Hasta ahora tenemos que un sueño es gratis, lejano, ajeno, difícil pero factible y placentero.

Algo así como una mujer mal casada.

Por ende el Ecuador sería una mujer mal casada. Es decir, que tiene un marido que la tiene convencida de que sin él, no sería nada, así que se siente muy inferior a lo que es. (No sé por qué se me viene el nombre de, básicamente, todos los países a la mente.)

Tiene bastantes hijos (es que antes no había televisión) que a veces se acuerdan de ella. Pero solo la llaman para pedirle plata o comida. (Llámense BCE, SRI, IESS etc.)

Es muy guapa pero pasa desarreglada la mayoría del tiempo. (Tantos líos, pobreza e ineficiencia en un país tan rico y diverso como el nuestro.)

Solo se arregla para las visitas, y solo ante ellas saca la mejor vajilla. (Tal parece que el Ministerio de Turismo no se da cuenta que todos los folletos y las maravillosas fotografías del “ombligo del mundo” deben ir sustentadas por capacitación a los huéspedes y no en el tan trillado monumento a la mitad del mundo, la tortuga de galápagos que han visitado 4 generaciones de gringos o el Cotopaxi cada vez más cabreado de aparecer en público.)

Dejó de lado la esperanza de los primeros días de casada, y le parece que su luna de miel fue hace mil años. Su primer esposo (Inglaterra) le dio esperanza de poder ser independiente, aunque con el tiempo se volvió esclava de su préstamo. La luna de miel le duró lo que duraron los efímeros años del boom petrolero. Años en que el dinero se hizo humo, como se humo se hicieron los parásitos que lo administraron en ese entonces, y que dejaron la posta a los nuevos derrochadores que ya no tienen necesidad de hacerse humo. Y a nosotros nos parece de hace mil años lo que apenas ocurrió hace 40.

Pero también las mujeres mal casadas tienen amigas, de igual pensamiento y similar antiestética, con quienes chismear. Véase, Irán, Venezuela, Bolivia, y demás integrantes del ALBA (lastimosamente, su equivalencia no es similar a la de Jessica).

Y podría citar más símiles para ilustrar las coincidencias entre Ecuador y tal mencionada dama. Lo rescatable tal vez sea, el despertar del sueño llamado Ecuador, y comenzar a amar a aquella mujer que solo ha sido maltratada. Pero como este es un pequeño escrito sobre los sueños, el cuál ha tomado un rumbo distinto del que pensé, deberá culminar con una frase inspiradora para no querer pegarnos un tiro después de la lectura de tan “inspirado” texto.

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar.” - Antonio Machado.

“¡Actuemos de una p..ta vez!” - Alejandro Castro.


martes, 21 de septiembre de 2010

Manual de uso apropiado del facebook (O de como no ser una molestia para todos)


¿Por qué escribir contra el facebook, si poseo una cuenta ahí?

Vamos por partes.

¿Qué es facebook?

No creo que exista gente que no sabe que es el facebook. Pero para motivos ilustrativos solo diré que facebook (la traducción sería “Cara de libro” o “Carelibro” para los más doctos en el asunto) es una página web, en la cual puede crear un perfil de ti mismo (como un currículum) con fotos de ti, tus intereses gustos y pensamientos, y que además te puedes comunicar con amigos, familiares, chicos y chicas de otros países. De hecho si estás leyendo esto, es porque lo viste en facebook, así que no preguntes tonterías.

El problema (SÍ, ES UN PROBLEMA), es que muchos desadaptados por ahí (el 80% de usuarios) lo usan para fines que no son los indicados (como aquellos degenerados que emplean la lengua, claramente un órgano sexual, para hablar).

1er problema: ¿Qué estás pensando?

Sí, ese rótulo que aparece en la página del perfil, o la página de inicio te da la oportunidad de lanzarle al mundo tus más profundos pensamientos, el filósofo que llevas dentro. Y la humanidad, en su grandeza, lo utiliza para:

- "Yendo al cine"
- "Comiendo en Noe con mi amorsito!"
- "En al baño... Haciendo del 2"

En verdad no necesitamos escuchar nada de lo que están haciendo. Y no creo que la gente que usa el facebook desde su computadora lo haga, así que definitivamente son quienes lo hacen desde un blackberry o un iphone. Realmente espero que el próximo mensaje que pongan sea:

- "Se robaron mi cel en el bus por escribir huevadas en internet”

Me Gusta.


2do problema: Solicitudes de Amistad

Lo sé, está bien querer tener “1 millón de amigos” como decía Roberto Carlos, pero algunos se lo toman demasiado literal. Le envían una solicitud, A TODAS LAS PERSONAS QUE LES PUEDA OCURRIR. Tiene algún tipo de competencia secreta en la cual creen que al tener más amigos tendrán más roce social virtual (si es que tal cosa existe) y por ende más personas, aunque no las conozcan, les enviarán mensajes de felíz cumpleaños. Yo pregunto: ¿Por qué iba a querer aceptar la solicitud de Yalemif Asemblahoud? No lo sé, no me pregunten, siguiente…


3er problema: Etiquetas

- Se ha etiquetado a “Fulanito de Tal” en el álbum “Sin nada que hacer”

Realmente, existe gente desocupada en la tierra. Como yo que escribo esto. Pero por lo menos yo no te obligo a ver lo que escribí acerca tuyo mediante un tag. Sucede que en fotos tales como:

- Una diapositiva de power point con un mensaje “Los amigos son estrellas…”

- Un dibujo mal hecho donde salen “el vago, el dormilón, la coqueta…”

- Una frase que dice “Escribe algo que te recuerde a mi” o “Qué pensaste la primera vez que me viste”

Solo te llega un e-mail diciendo que has aparecido en el álbum “Los más dulces recuerdos” de Maribel “Nenita Hot” Alcurnia. Primero, hay que ser arrecho para ponerte tal nombre en un medio público. Segundo, sí de hecho tal persona no está en la foto, solo no lo etiquetes. Yo no estoy poniendo una foto del basurero de zambiza y etiquetando a todos los asambleístas.


4to problema: Notificaciones

Estoy de acuerdo en que cuando se ha subido un álbum de la fiesta del viernes, y apareces en algunas fotos, se te notifique. Pero totalmente en contra de que te llegue un mail cada vez que a alguien “le gusta” tu estado, o pone un comentario en una foto que comentaste alguna vez. En la vida real sería como te llegue un mensaje a tu celular cada vez que alguien se acuerda de ti. Aunque para algunos eso sería una excelente noticia.


5to problema: Los juegos

Yo juego poker en facebook. Lo hago por vocación. Listo. No hay nada más que decir. Hay personas que también lo hacen, y está bien. El problema sucede cuando te mandan NOTIFICACIONES de que tal o cual amigo te ha enviado cierto juego para que lo pruebes. Y son los juegos más estúpidos que podemos encontrar.

Tenemos ejemplos como “Farmville” donde el objetivo del juego es crear una granja, sembrando y cosechando para vender los productos, así ganar dinero y comprar más cosas para tu granja. Un juego muy divertido para niños y chicas de hasta 16 años. No voy a mentir aquí. Tengo amigos de más o menos mi edad que cada 4 horas tienen que buscar una laptop para regar sus CULTIVOS VIRTUALES porque sino pierden la plantación. Sí, yo sé lo que piensan. El fin del mundo se acerca

Véase también juegos como, petville, fishville, potfarm, mafia wars, etc.

Tenía otra amiga que trabaja en una tienda donde vende ropa. Y en los ratos en que no hay personas en la tienda, se conecta a facebook donde hay un juego donde tú eres el dueño de una tienda, y tienes que vender ropa. Solo, prosigamos…


6to problema: Facebook móvil

¿Qué decir acerca de esto? Es todo lo malo que tiene el facebook, pero en la palma de tu mano, 24 horas al día, 365 días al año. Lo he intentado, y definitivamente no hay como tener una charla sin querer dispararse en la cabeza con alguie a quien le llegan 5 notificaciones cada 30 segundos. De hecho, existe gente que no solo no le molesta tener facebook en su teléfono, sino que disfruta de esto como si fuera la cura para el cáncer o un botella de whisky gratis. El facebook hace a su celular una parte más de su cuerpo. Todo de eso va sumado al hecho de que no necesito que me recuerden que mi celular vale ver…


7mo problema: Dar un Toque

Entiendo si existiera un botón que dijera “Hacerle los toques” pero este no es el caso. ¿Para qué diablos sirve “Darle un toque”?

¿Acaso con eso nos sentiremos mejores personas?

¿Darle “un toque” a alguien significa que lo apreciamos? ¿Que lo acosamos virtualmente? ¿Qué lo empujamos?

No lo sé. No lo quiero saber. Y si alguien me da un toque luego de esto me voy a suicidar. O tal vez solo lo borre de mi lista de amigos. En estos tiempos, la 2da opción es más cruel.


8vo problema: Eventos

Best Discotheque UIO te ha invitado al evento “Coolest Party Ever”

En mis tiempos (mal chiste) las invitaciones a fiestas venían en sobres, que llegaban a tu casa, o te las entregaban personalmente. Las invitaciones eran eso mismo, invitaciones, lo cual significa que el remitente TE INVITA, por ende tú no tienes que pagar. En el tiempo actual, blackberry ya no es una fruta, gay ya no es una persona felíz, y una invitación ya no es una invitación. El equivalente sería que tu novio/novia/amigo con derechos/no-novio/agarre/bacile o a lo que le entres, te invite a cenar, pero el rato de la cuenta te diga “Tu parte de la cuenta es $...”

Ahora hay otro tipo de invitaciones a eventos:

- Colecta para ayudar a “Fulano” se pueda comprar el auto

- Reunión de todos los fans de Pokemon

- Convocatoria para que todo apaguemos nuestros celulares el día…

Solo no. Sigamos.


9no problema: Fotos de perfil

Cuando te llega una sugerencia de amistad, lo primero que haces es ver el nombre y la foto de quien te la envía. El nombre para darte cuenta si lo/la conoces, y la foto para que en caso de no conocerlo/la, veas que podría ser “interesante” conocerlo/la.

¿Y si esa persona, tiene como foto de perfil un labrador? ¿Un avatar de si mismo? ¿Un paisaje? Lo primero es dudar de que el remitente no sea un pervertido con acné de 250 libras. Lo segundo, si eres inteligente, es ignorar tal solicitud. Pero para quienes quieren lograr tener “1 millón de amigos” todo vale.


10mo problema: Fotos de uno mismo

No me mal entiendan. Me gustan las fotos. Sea de quien sea, me parecen verdaderas “máquinas de tiempo”. Evidencia la existencia. Pero esa evidencia no tiene porque ser estirando el brazo de uno mismo con una cámara o celular apuntando a 135 grados con relación al suelo, mandando un beso, guiñando un ojo, mostrando los músculos (o cualquier parte perturbadora). Si necesitas que te tomen una foto, pídeselo a tu hermano/padre/amigo/vecino/cuñado/profesor/jefe, etc. O anda a un estudio fotográfico y listo. Y porfavor, nada de comentarios abajo como:

- Yo, sin nada que hacer

- Yo, en mi cuarto

- Yo, simplemente hermosa como siempre, jajaja

Y esto aplica a álbumes como:

- Yo

- Un poquito de mi

- Me, myself and my reflection... and my inflated ego


1mo 1er problema: Gente omnipresente

Los únicos seres omnipresentes son: Dios (para los que aún creen en cucos) y las moscas. ¿Por qué? Fácil, porque a ambos los encuentras en todos lo lados. Pero no. Hay gente omnipresente en el facebook también. Gente que encuentras en todo perfil, en todo evento, en toda invitación. Comentan el estado de todos, así no tengan nada que decir, o solo ponen un “me gusta” aunque sea de su enemigo más íntimo. Y cabe decir, los comentarios son del tipo:

- Nena que hermosa sales en la foto, besitos… (mínimo piensa que sale horrible)

- Ingrata tenemos que vernos! (no quiere verla ni en pintura)

- Eres una perra, te amo! (sin comentarios)

No entiendo. Primero va el insulto y luego “te amo”. Bueno, supongo que ahora las relaciones internacionales se manejan así:

Rafael Correa ha escrito en el muro de Hugo Chavez:

RC: “Compañerito, ¿Cómo va todo?”

HC: “Todo bien compañero. Vi tu cadena sabatina. Eres un tarado”

RC: “Jajaja, tu eres el retrasado mental. Nos vemos 2 semanas.”

HC: “Nos vemos”

No creo que haga falta ilustrar más. Neeeeeeeeeeext…


10mo 2do problema: El Chat

Si en mi estado de messenger siempre me pongo como desconectado para que la gente no me escriba (Sí, que antisocial, ja – ja – ja, chiste…), pero el facebook delata y es ahí cuando comienzan a abrirse ventanas de conversaciones con los temas más importantes del universo:

- Q haces

- Komo vas?

- Ola

En serio.

Y ¿qué pasa con la forma de escribir de la gente? Entiendo que para ahorrar “caracteres” en un mensaje de texto, te comas las “e” o en el caso de, básicamente toda la maldita generación de estos días, todas las vocales. Ejemplo:

- Q +?

- Td bn..

- Q vs a hcr?

- Nd

- Ok

¿Por qué no pueden escribir correctamente? 12 años de educación primaria y secundaria botados a la basura. ¿Qué esperan del mundo con gente así?


10mo 3er problema: Emoticones (que fea palabra)

Símbolos como:

- : )

- ; )

- : /

Solo, se les hace muy difícil decir, estoy felíz, o estoy sorprendido. Quisieran que inventaran una que dijera “Estoy harto de todas las caritas felices”.


10mo 4to problema: Amigos

Todos tenemos a nuestros amigos y conocidos en el facebook. ¿Qué sucede cuando se tiene a alguien de amigo en el facebook, pero en la realidad no?

Es bastante absurdo. He vistos, y con algo de vergüenza admito, que tengo gente entre mis “amigos” de facebook, que cuando los veo solo no los saludo. Sí lo sé, es rídiculo. Creo que al menos el 90% de contactos en tu lista de amigos no son tus amigos. De hecho deberían existir varias listas para añadir a las personas. Listas como:

- Gente que no conozco pero que me gusta

- Gente que no soporto pero que por ser populares son mis amigos

- Gente a la que le gusto pero que me caen mal

- Stalkers (acosadores)

- Gente que solo me llevo por interés

- Gente que nunca en la vida aceptaría como amigo de verdad

Y demás personajes…


10mo 5to problema: Regalos

¿De qué me sirve que alguien me regale un beso virtual? ¿Una cerveza virtual? Seguramente son personas que en la vida real no te regalan ni el saludo.

¿Qué se supone que debo hacer con una carita feliz virtual? Si le devuelves la carita feliz a quien te la envió con la intención de que no se sienta mal te arriesgas a que te siga enviando más huevadas. Solo no lo hagas. Aunque cada quien es libre de hacer lo que le dé la gana.

Y bueno, solo creo que el mundo sería un mejor lugar si no hubieran 3 cosas:

1.- Yo

2.- Pobreza

3.- Facebook

Pd: Esta “obra” por así decirlo, fue inspirada en anotaciones mías y observaciones más que obvias realizadas en los últimos meses, y también en estos videos de youtube. Les recomiendo que los vean:

- http://www.youtube.com/watch?v=BkUJqktqApo&feature=related

- http://www.youtube.com/watch?v=QkgN6czAX94

- http://www.youtube.com/watch?v=gaY6JzY6klE&feature=related