jueves, 16 de agosto de 2012

La vida por los colores


Desperté. Abrí mi cuenta de twitter. No pasó mucho tiempo ni hizo falta mucho esfuerzo para encontrar la noticia del día. Todos lo comentaban. “Ecuador le concede el asilo diplomático a Julian Assange”. Lo que el gobierno de Correa venía cocinando, se cumplió este jueves 16 de Agosto del 2012. Pero antes de decirle Rafael de Nostradamus, veamos más de cerca lo que llevó a que esta fecha en especial se diera esta noticia.
Las razones oficiales por las cuales se lo busca al fundador de “wikileaks” son más que conocidas. Y las verdaderas razones, también. No hace falta ahondar en el asunto del show mediático en el cual está envuelto el australiano. Assange se hospeda en la embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de Junio del presente año. Casi 2 meses le tomó al gobierno ecuatoriano darle asilo diplomático. ¿Por qué?

La imagen del gobierno de Rafael Correa ha tenido altos y bajos durante su mandato. El último de los escándalos del mismo, fue la falsificación de firmas de los ciudadanos que no se encontraban afiliados a ciertos partidos políticos. Yo, por ejemplo me encontraba inscrito cono adherente en el Movimiento Unidos Por La Democracia, sin jamás haber dado mi firma. Pues bien, resulta que el movimiento con mayor número de firmas falsas es Alianza País, el partido del Señor Rafael Correa, y el partido que tiene mayoría en la asamblea. ¿Coincidencia que se le el asilo a Assange justo cuando ocurre el escándalo del CNE? ¿Coincidencia que esto suceda luego del rumor del pacto “Bucarám-Correa”? Si es así, el “timing” del gobierno de la revolución ciudadano es perfecto.

Deducimos entonces que el gobierno tenía guardada esta carta para jugarla en el momento preciso. El momento preciso fue hoy. La improvisación no tiene cabida en esta obra de teatro, que va pidiendo 2da temporada para el 2013. Hay que intentar quedar bien con todos. Hoy, el gobierno quedó bien conmigo, que veo de forma muy positiva que un país tan pequeño, tan vulnerable, tan intrascendente en términos económicos, políticos, bélicos, etc, haya decidido hacer lo correcto frente a oscuros y comprobados intereses a los cuales Assange, ha sido mucho más que una pequeña molestia desde el año 2006. Hoy el gobierno quedó mal conmigo, porque usa la cortina de humo de la “libertad de expresión” para tapar sus porquerías.

Y mientras unos reclamaban al presidente el hecho de proteger a un periodista internacional mientras se censura y se persigue a los periodistas ecuatorianos, otros aplaudían la decisión del gobierno, dándole un carácter de “David contra Goliath” al conflicto diplomático que ha surgido entre Ecuador e Inglaterra. Mientras unos apuntan con un dedo y no precisamente el índice a la jugada “maestra” de Correa, otros rasgándose las vestiduras de forma figurada, gritando un patriotismo de 140 caracteres, elevando la voz contra el “colonialismo” de la gran Bretaña, gritan “que viva el gobierno de la revolución ciudadana”.
Leo con tristeza las palabras de odio de opositores al gobierno por una medida que según muchos, no le compete. Palabras de odio de simpatizantes del mismo, contra los opositores. Odio, cabe mencionar, que el mismo gobierno ha sembrado.

La vida por los colores. Colores que hace mucho dejaron de ser amarillo, azul y rojo.

miércoles, 1 de agosto de 2012

La destrucción del español

Últimamente (por esto de vivir momentáneamente en Australia) he venido pensando en la importancia que tiene el lenguaje en la vida de las personas. Deben haber al menos una veintena de formas para utilizar la palabra “fuck” debido a la pobreza de este lenguaje para insultar. Por otro lado nosotros, los hijos bastardos de la madre patria, tenemos al menos tres tipos de insultos para cada ocasión. ¡Que bello es el español para maldecir! ¡Que hermoso que es el castellano para amar! ¡Que grande que es para mentir! Pidiendo de antemano disculpas por la redundancia de las dos últimas oraciones, los invito a seguir este paseo que quien sabe donde nos llevará.

El español es una de las lenguas oficiales en 22 países donde más de 441 millones de personas, incluyendo a este servidor, lo hablamos. Y parece que los 441 millones de personas de habla hispana no son suficientes, así que el aprendizaje de un nuevo idioma es ofrecido por el zoológico de escuelas y colegios del que disponemos. Me parece que el problema reside en que muchos sin siquiera saber hablar, escribir y pronunciar correctamente el castellano, ya estábamos aprendiendo otro idioma. La enseñanza de una lengua extranjera es para el pueblo, lo que el cebado para un ganso. A la final, el animal termina con un órgano del cuerpo hipertrofiado. Y el ganso también. ¿El español no es tan bueno, que desde pequeños ya tenemos que aprender otro idioma? Si no lo es, ¿Para qué putas aprendemos español? En un par de décadas, según estudios, el mandarín se convertirá en la lengua más hablada en el mundo por razones financieras y de negocios, así que el inglés quedará nuevamente obsoleto y en lugar de importar una gringa guapa que nos enseñe la canción de “pollito chicken, gallina hen”, vendrá algún primo de Jackie Chan a realizar el mismo trabajo.

Pero mientras eso no suceda, los que llevamos la lengua natal de la (puta) madre patria nos encontramos en el día a día, con seres extraños. Los hijos híbridos de los Gypsy Kings y las Spice Girls. Me refiero por supuesto a los practicantes del “spanglish”. Suelen reunirse en lugares donde pueden demostrar su mestiza cultura con otros entes similares. Uno de ellos es la famosa red social “Facebook” donde si Miguel de Cervantes tuviera una cuenta, la cierra a los 2 minutos y luego se pega un tiro en la cabeza dejándonos sin Don Quijote ni mierda. Dejamos de reir de forma normal para remplazar la vieja y eficiente carcajada por el “LOL” que ni siquiera es una abreviación en español, sino la contracción anglosajona de “Laugh Out Loud” o “Lots Of Laughs”. ¿Qué sucedió con el confiable “cague de risa”? Yo me rio en español, hablo en español, y he de morir en español maldiciendo con un muy castellano “la puta que los parió” a todos aquellos que volvieron a mi bello idioma en un  proto-lenguaje de neandertales con más variedad de faltas ortográficas que de colores en el pantone.

El castellano dejó de ser una de las lenguas más hermosas debido a un virus que se está esparciendo por los países de habla hispana. La peor de las enfermedades de transmisión textual. La estupidez. La gente ha dejado de escribir para “bloguear” como la bestia que escribió este texto. Ya no comentamos, sino “tuiteamos”. Hemos pasado de hablar para “textear”. La tecnología, ese instrumento que debería habernos liberado, simplemente nos ha dado más herramientas para multiplicar las formas en que nos comunicamos de forma incorrecta. Y fea. Tan fea, que tan solo el dar un vistazo a poco de lo que muchos escriben, resulta en un instantáneo calambre al ojo. Eso también lo produce ver una foto de la Mery Zamora o de Vito Muñoz, pero eso es otro tema.

Entiendo que para ahorrar tiempo, utilicemos la contracción de algunas palabras en un mensaje de texto, o lo mismo para colocarnos dentro los 140 caracteres que twitter requiere. Y entiendo que eso es el equivalente a que le demos una patada en la boca a todos nuestros profesores de lenguaje y escribamos “xq” en lugar de “porque”. Pero es totalmente injustificable y atroz el leer a una juventud (esa que se supone que es el futuro del país) escribir barbaridades del tipo “Amorzito, te xtrño muxo baby”. Hacer eso, es como comprar un pasaje ida y vuelta a Madrid, tocar la puerta de la RAE, convocar a todos sus miembros y escupirles en la cara. Y lo leemos todos los días, de conocidos, de amigos. Inclusive de familiares o en el peor de los casos, nosotros mismos. En el caso del autor de "Amorzito", vale decir que si ya cagaste el 99% de la oración, bien valdría que cambies ese “te” por un “the” y nos terminemos de ir a la mierda todos.

Reconozco que el hecho de cambiar las palabras o transformarlas en sus formas de diminutivo (Mamá-Mamita, Pedro-Pedrito, Hijo-Hijito) es algo muy propio del castellano, lo cual a pesar de no ser de mi más profundo agrado, está totalmente justificado por las reglas gramaticales. Pero eso de decirle “mijín” a un amigo, como lenguaje urbano derivado del español, me parece una atrocidad que Eugenio Espejo se las hará pagar cuando termine de revolcarse en su tumba y finalmente regrese en el holocausto zombie. Analizando el “mijín” nos damos cuenta que viene de la palabra “mijo” que a su vez viene de la contracción de las palabras “mi + hijo”. Por consecuente deducción, aquella persona que le diga “mijín” solo le está haciendo saber que su interlocutor podría ser su taita.

Vaya a saber yo, cuantas muertes causará este artículo.