El español es una de las lenguas oficiales en
22 países donde más de 441 millones de personas, incluyendo a este servidor, lo
hablamos. Y parece que los 441 millones de personas de habla hispana no son
suficientes, así que el aprendizaje de un nuevo idioma es ofrecido por el
zoológico de escuelas y colegios del que disponemos. Me parece que el problema
reside en que muchos sin siquiera saber hablar, escribir y pronunciar
correctamente el castellano, ya estábamos aprendiendo otro idioma. La enseñanza
de una lengua extranjera es para el pueblo, lo que el cebado para un ganso. A la
final, el animal termina con un órgano del cuerpo hipertrofiado. Y el ganso
también. ¿El español no es tan bueno, que desde pequeños ya tenemos que
aprender otro idioma? Si no lo es, ¿Para qué putas aprendemos español? En un
par de décadas, según estudios, el mandarín se convertirá en la lengua más
hablada en el mundo por razones financieras y de negocios, así que el inglés
quedará nuevamente obsoleto y en lugar de importar una gringa guapa que nos
enseñe la canción de “pollito chicken, gallina hen”, vendrá algún primo de
Jackie Chan a realizar el mismo trabajo.
Pero mientras eso no suceda, los que llevamos
la lengua natal de la (puta) madre patria nos encontramos en el día a día, con
seres extraños. Los hijos híbridos de los Gypsy Kings y las Spice Girls. Me
refiero por supuesto a los practicantes del “spanglish”. Suelen reunirse en
lugares donde pueden demostrar su mestiza cultura con otros entes similares.
Uno de ellos es la famosa red social “Facebook” donde si Miguel de Cervantes
tuviera una cuenta, la cierra a los 2 minutos y luego se pega un tiro en la
cabeza dejándonos sin Don Quijote ni mierda. Dejamos de reir de forma normal
para remplazar la vieja y eficiente carcajada por el “LOL” que ni siquiera es
una abreviación en español, sino la contracción anglosajona de “Laugh Out Loud”
o “Lots Of Laughs”. ¿Qué sucedió con el confiable “cague de risa”? Yo me rio en
español, hablo en español, y he de morir en español maldiciendo con un muy
castellano “la puta que los parió” a todos aquellos que volvieron a mi bello
idioma en un proto-lenguaje de neandertales
con más variedad de faltas ortográficas que de colores en el pantone.
El castellano dejó de ser una de las lenguas
más hermosas debido a un virus que se está esparciendo por los países de habla
hispana. La peor de las enfermedades de transmisión textual. La estupidez. La
gente ha dejado de escribir para “bloguear” como la bestia que escribió este
texto. Ya no comentamos, sino “tuiteamos”. Hemos pasado de hablar para “textear”.
La tecnología, ese instrumento que debería habernos liberado, simplemente nos
ha dado más herramientas para multiplicar las formas en que nos comunicamos de
forma incorrecta. Y fea. Tan fea, que tan solo el dar un vistazo a poco de lo
que muchos escriben, resulta en un instantáneo calambre al ojo. Eso también lo
produce ver una foto de la Mery Zamora o de Vito Muñoz, pero eso es otro tema.
Entiendo que para ahorrar tiempo, utilicemos la contracción de algunas palabras en un mensaje de texto, o lo mismo para colocarnos dentro los 140
caracteres que twitter requiere. Y entiendo que eso es el equivalente a que le demos una patada en la boca a todos
nuestros profesores de lenguaje y escribamos “xq” en lugar de “porque”. Pero es
totalmente injustificable y atroz el leer a una juventud (esa que se supone que
es el futuro del país) escribir barbaridades del tipo “Amorzito, te xtrño muxo
baby”. Hacer eso, es como comprar un pasaje ida y vuelta a Madrid, tocar la puerta de la RAE, convocar a todos sus miembros y escupirles en la cara. Y lo leemos todos los días, de conocidos, de amigos.
Inclusive de familiares o en el peor de los casos, nosotros mismos. En el caso del autor de "Amorzito", vale decir que si ya
cagaste el 99% de la oración, bien valdría que cambies ese “te” por un “the” y
nos terminemos de ir a la mierda todos.
Reconozco que el hecho de cambiar las palabras
o transformarlas en sus formas de diminutivo (Mamá-Mamita, Pedro-Pedrito,
Hijo-Hijito) es algo muy propio del castellano, lo cual a pesar de no ser de mi
más profundo agrado, está totalmente justificado por las reglas gramaticales.
Pero eso de decirle “mijín” a un amigo, como lenguaje urbano derivado del
español, me parece una atrocidad que Eugenio Espejo se las hará pagar cuando termine de revolcarse en su tumba y finalmente regrese en el holocausto zombie. Analizando el “mijín” nos damos cuenta que
viene de la palabra “mijo” que a su vez viene de la contracción de las palabras
“mi + hijo”. Por consecuente deducción, aquella persona que le diga “mijín”
solo le está haciendo saber que su interlocutor podría ser su taita.
Vaya a saber yo, cuantas muertes causará este
artículo.
Jajajajaja, me has hecho reír, pero tienes toda la razón, deberíamos iniciar una campaña en defensa de la lengua española y de su uso apropiado. Apoyo desde ya y así evitaremos los horrorosos errores ortográficos.
ResponderEliminarSUNE