domingo, 24 de junio de 2012

El Solitario George


Estando a 16120km y 13 horas de diferencia de Quito, leo que ha muerto el solitario George. Entiendo que lo de “solitario” iba porque era el único de su subespecie. Veo que varios diarios del país le dedican sus portadas web, despidiendo al habitante más antiguo del Ecuador.

Los científicos (lo que sea que científico signifique), calculan la edad de la tortuga sobre los 100 años. En lo político, quiere decir que Jorge (porque eso de vivir en Ecuador y llamarse “George” es o muy de clase alta, o de clase muy baja, y el “George” no pertenecía a ninguna de ellas) vivió la venta de la bandera, la dictadura de Larrea (Me hace acuerdo a otro personaje con el que rima), la primera guerra con el Perú, las 5 presidencias de José María, la balacera de Gonzales Alvear y sus panas militares, el asesinato de Roldós, la amputación del territorio por la guerra del 95, los bailes del loco, la micropresidencia de Arteaga,  la “constitucional” presidencia de la mejor cintura que ha tenido el Ecuador, el cenicerazo a Mahuad, la escapada en avión de Lucio y el pecho antibalas de otro más. Y a pesar de haber vivido todo eso, no dijo nada. Porque las torugas no hablan.

En lo deportivo, tampoco gritó el gol de Kaviedes1.0 (porque el kaviedes 2.0, honestamente, apesta), ni se fue a la shyris a celebrar cuando nos fuimos al mundial de Korea-Japón. Tampoco se fue a la shyris cuando jugamos el mundial de Alemania. El solitario Jorge, aunque seguro lo pensó,  jamás escribió un tuit con hashtag #LargateRueda. Porque las tortugas no tienen pulgares ni plan de datos en su celular. Ni celulares.

Al solitario “George” no le importó que le congelaran los fondos en el año 2000. Le dio lo mismo que le dieran 8 años de prisión a Aspiazu o que las calles de Quito se hayan vuelto una mierda con Augusto. No vivió para ver a los hermanos Isaias tras las rejas o al menos con 1 patada en los huevos, y ninguno de nosotros lo hará. Quien diga lo contrario, simplemente no ha vivido en Ecuador. Pero Jorge, a pesar de eso, no fue a protestar en las afueras de Filanbanco. Porque las tortugas no escriben carteles.

A Jorge le importó poco que en e 2004 Ecuador fuera el anfitrión de Miss Universo. Seguramente vió a las candidatas cuando lo visitaron, pero le dio lo mismo. Él lo que quería era tirar con una tortuga bien puesta, y no una niña 90-60-90 con 2 litros de maquillaje y sonrisa finjida. Y no, las tortugas (dentro de lo que me ha enseñado National Geographic) no se pueden masturbar.

Seguramente en Manabí nacerán muchos niños que por nombre llevarán el nombre de “George” en honor a la tortuga que llevó el nombre de “George” en honor al actor y comediante George Goebel, y no lo sabrán ni les importará. Ellos simplemente dirán “Yo nací cuando el solitario George se murió”, y no serán solitarios ni por un momento. Eso, a mi pana Jorge, no le importará porque a las tortugas, no les preocupa que su nombre se “berreé”.

Hoy todos los perfiles de mis amigos de Twitter y Facebook (que no es lo mismo que decir “mis amigos. Punto.”) le dedican un muy anglosajón “R.I.P Solitario George”. Gente que hasta ayer le valía, no un pepino, sino LE VALÍA VERGA la vida del habitante más longevo del país. Yo me incluyo dentro de ese grupo, pues, a pesar de haber conocido al “solitario George” jamás le dediqué más atención que los breves 5 segundos que se demoró mi mamá en tomarme la foto sobre el caparazón del reptil. ¿Cuánta gente se habrá sentado sobre él? ¿Cuántos cabrones como yo habrá tenido que soportar ese animal durante más de 100 años de vida? Muchos. Tal vez usted sea uno de ellos.

No se pongan tristes por la muerte de Jorge. Alégrense. Seguro él al fin descansó de imbéciles como nosotros.

martes, 19 de junio de 2012

El Macho Alfa Quiteño

Según la siempre-confiable Wikipedia, el macho alfa es, en animales sociales, el individuo en la comunidad al que todos siguen.


Según el nunca-confiable autor de este blog, el Quiteño es, un animal que sigue sin salir en la sección “social” de la comunidad autóctona.



Partiendo de esa definición y aplicándola a la fauna de hombres quiteños, podemos fácilmente concluir que el macho alfa quiteño, es aquel hombre que nació en el perímetro que limita al norte con Carcelén, al sur con Tambillo, al este con Cumbayá y al oeste con el Pichincha y sus faldas de monja. Ah, y en el eje “y” (No, no donde está la estación norte del trole) limita arriba con un cielo sin estrellas, y abajo con el futuro metro que seguramente se desplomará.

Si usted, estimado caballero, nació en el perímetro urbano anteriormente descrito, puede calificar para ser Macho Alfa Quiteño. Pero eso no es suficiente. Hay un grupo de características que debe cumplir, y que se las señalaremos a partir de este párrafo para descubrir si efectivamente hay un macho alfa en su interior, y las consecuencias que eso trae.

El macho alfa quiteño, es ese individuo que tiene carro antes de tener bachillerato. Es el hombre que en cualquier partido de la liga, estando todo el público en silencio, grita “EEEEEEEEEEEELEEEEEEEEEEEEE IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” a lo que sus tácitos súbditos responden “LIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIi”. Si es partido del quito, entonces dirá “Cooooooooooooompañeros del Volanteeeeeeeeeeeeeeeeeeeee” a lo que sus súbditos responderán “Dieeeeeeeeeeeez Cuaaaaatro Compañeriiiiiiiiiiiiiiiiiiiitooooooooooo”.

El macho alfa quiteño, es el que lleva botella de johnnie negro (comprado el el Iñaquito) a fiesta donde solo hay zhumir. Es aquel soberbio ejemplar masculino que despierta admiración en sus compañeros cuando dice que se ha tirado a la mitad de las cajeras del banco del pacífico, cuando solo tiene sexo con manuela. Es ese semental que les dice a sus panas “les voy a presentar unas “hembritas” que se van a quedar locos”, cuando en realidad la novia fue la que le obligó a que lleve a 2 amigos para sus 2 amigas con sobrepeso.

El macho alfa es el que grita en la plaza de toros “¡Pero que viiiiiiiiiiiiiiiiva quito!” a todo pulmón, pero que cuando le dicen que parece de otra ciudad, de otro país, jura que es un halago. El macho alfa es el que pone el departamento para las fiestas, pero les da vasos de plástico a todos aunque lo que se vaya a tomar sea chivas 18 años. Es aquel personaje que invertirá el sueldo de 1 mes en 1 noche para poder acostarse o al menos tocarle una teta, a la muchacha que según sus amigos “ni cagando nos para bola”. Es el que destapa las bielas con los dientes/jaba/cuchara/anillo/borde de vereda/encendedor/etc, teniendo un destapador.

Macho alfa quiteño es aquel individuo que le revienta la nariz contra la mesa al primo de 10 años en su cumpleaños luego de gritar “¡Que muerda el pastel!”. Es aquel que clama no chumarse con jaba y media de bielas. Aquel que jura ser mejor técnico de la tri que Rueda, por el hecho de jugar FIFA, aunque no patea un balón desde la secundaria. Es aquel que jura que hacer 2 horas y media de Quito a Tonsupa lo eleva sobre el común de los mortales.

El macho alfa, en quito, es el individuo que en presencia femenina suele intentar despuntar en su grupo sacan a relucir sus mejores características mediante la técnica de “batraceo del resto de la manada” con lo que reluce dentro de su entorno social íntimo. Suele presentarse hostil ante quienes intenten relevarlo de su estatus, y protege su condición de líder con frases tales como “¿Y vos quien chuchas eres para contradecirme?” “…tu ñaña no dijo lo mismo” o el clásico “Con 1 mano atada a la espalda igual te saco la puggggta”, llegando incluso a verse envuelto en enfrentamientos físicos donde el individuo normalmente suele fracasar en su intento de “sacarle la puggggta” al macho beta (o longo alzado, según la locación de la disputa).

Pd: Si contestó “sí” a todas las anteriores, ¡felicitaciones! Usted se encuentra en el 99% de hombres residentes en quito que se consideran macho alfa, y probablemente usted aún viva con su madre.

jueves, 7 de junio de 2012

Los espejos mágicos son los culpables

“-Espejito, espejito, ¿quién es en la Tierra la más bella de todas?.
-Tú, mi reina, muy bella, pero…”

En ese “pero” está basado todo el cuento de Blancanieves. Al menos en la versión de Disney que todos recordamos de nuestra infancia, puesto que nos dio pereza ir a leer el cuento original de los hermanos Grimm. En ese “pero” están las ganas de asesinar a alguien que nunca hizo nada malo (nada malo de lo que sepamos al menos). En ese “pero”  están entrelazadas las vidas de una reina mala con complejo de diva, de un grupo de amigos de baja estatura y dudosa orientación sexual, de un cazador que no da para sicario, de un príncipe más oportunista que Graziani en sus buenas épocas, y de una manzana que pudo haber sido la de Adán.

¿Y todo por culpa de quien? De un puto espejo.

Pensémoslo un momento. El espejo a sabiendas de los trastornos casi patológicos de vanidad de la reina, decide decirle que es otra la mujer más bella del mundo. No solo eso. Le dice que ella antes era la más bella, pero que ahora es una segundona. Algo así como la “Miss Amistad” de los concursos de belleza. El espejo es quien tiene la culpa de todo lo que sucede, no la “reina mala”. Reinas malas las hay en los concursos de belleza, en los noticieros, los hospitales, las escuelas, (en los estadios no, ahí solo hay imbéciles), y hasta en los cuentos de hadas. Es cierto. Si el espejo hubiera cerrado la bocota que no tiene (porque los espejos no tienen boca) nada malo hubiera sucedido. La reina habría seguido creyendo que estaba más buena que Megan Fox, el príncipe le hubiera barajado a bella durmiente al otro príncipe, los enanos hubieran seguido trabajando en la mina y organizando sus pequeñas orgipiñatas, el cazador se hubiera ido a competir a las olimpiadas y habría ganado el oro en tiro para Alemania y Blancanieves se habría ido a trabajar como cajera en el recientemente inaugurado Banco Santander.

Bueno, si el espejo no le respondía a la reina mala, esta lo hubiera partido de un “coronaso real” (dícese de un golpe dado por una corona diferente a las del Burguer King, osea de oro) o lo lanzaba por la ventana de su alcoba real. No, no habían “cuartos” sino alcobas, sépalo. Por otro lado, hubiéramos tenido muy buenos resultados si el espejo recordaba una canción de Arjona antes de que al guatemalteco le hicieran una lobotomía: “Una mentira que te haga feliz, vale más que una verdad que te amargue la vida”.

En la nueva versión del libro, blancanieves es interpretada por la "expresiva" Kristen Stewart y la reina por la magnífica (sin comillas) Charlize Theron. Me perdonan, pero cualquier espejo que diga que la primera está más buena que la segunda, es un espejo meritorio de 10 latigazos, con posterior azotada con rama de ortiga y baño de agua helada no potable.

Espejos mágicos los hay también en todas partes y somos todos los imprudentes que no nos callamos cuando debemos hacerlo. El saber que tu novia lleva una blusa horrible y decirlo, es suicidio. El saber que tu jefe es un imbécil, y decirlo, es despido. El saber que tú no eres lo más lindo que ha visto el mundo, y decirlo, es honestidad. Y por eso caminamos espejos y hombres por este mundo, diciendo lo que pensamos y recibiendo cachetadas, o causando el asesinato de un tercero.

Solo me queda el preguntarme, si la reina hizo lo que hizo tan solo sabiendo que había 1 persona más bella que ella sobre el planeta, ¿qué hubiera hecho si el espejo le decía que estaba gorda? Amigos míos, están avisados.