Según el nunca-confiable autor de este blog, el Quiteño es, un animal que sigue sin salir en la sección “social” de la comunidad autóctona.
Partiendo de esa definición y aplicándola a la
fauna de hombres quiteños, podemos fácilmente concluir que el macho alfa quiteño,
es aquel hombre que nació en el perímetro que limita al norte con Carcelén, al
sur con Tambillo, al este con Cumbayá y al oeste con el Pichincha y sus faldas
de monja. Ah, y en el eje “y” (No, no donde está la estación norte del trole)
limita arriba con un cielo sin estrellas, y abajo con el futuro metro que
seguramente se desplomará.
Si usted, estimado caballero, nació en el
perímetro urbano anteriormente descrito, puede calificar para ser Macho Alfa
Quiteño. Pero eso no es suficiente. Hay un grupo de características que debe
cumplir, y que se las señalaremos a partir de este párrafo para descubrir si
efectivamente hay un macho alfa en su interior, y las consecuencias que eso
trae.
El macho alfa quiteño, es ese individuo que
tiene carro antes de tener bachillerato. Es el hombre que en cualquier partido
de la liga, estando todo el público en silencio, grita “EEEEEEEEEEEELEEEEEEEEEEEEE
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” a lo que sus tácitos súbditos responden “LIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIi”.
Si es partido del quito, entonces dirá “Cooooooooooooompañeros del
Volanteeeeeeeeeeeeeeeeeeeee” a lo que sus súbditos responderán “Dieeeeeeeeeeeez
Cuaaaaatro Compañeriiiiiiiiiiiiiiiiiiiitooooooooooo”.
El macho alfa quiteño, es el que lleva botella
de johnnie negro (comprado el el Iñaquito) a fiesta donde solo hay zhumir. Es
aquel soberbio ejemplar masculino que despierta admiración en sus compañeros
cuando dice que se ha tirado a la mitad de las cajeras del banco del pacífico,
cuando solo tiene sexo con manuela. Es ese semental que les dice a sus panas “les
voy a presentar unas “hembritas” que se van a quedar locos”, cuando en realidad
la novia fue la que le obligó a que lleve a 2 amigos para sus 2 amigas con
sobrepeso.
El macho alfa es el que grita en la plaza de
toros “¡Pero que viiiiiiiiiiiiiiiiva quito!” a todo pulmón, pero que cuando le
dicen que parece de otra ciudad, de otro país, jura que es un halago. El macho
alfa es el que pone el departamento para las fiestas, pero les da vasos de
plástico a todos aunque lo que se vaya a tomar sea chivas 18 años. Es aquel
personaje que invertirá el sueldo de 1 mes en 1 noche para poder acostarse o al
menos tocarle una teta, a la muchacha que según sus amigos “ni cagando nos para
bola”. Es el que destapa las bielas con los dientes/jaba/cuchara/anillo/borde
de vereda/encendedor/etc, teniendo un destapador.
Macho alfa quiteño es aquel individuo que le
revienta la nariz contra la mesa al primo de 10 años en su cumpleaños luego de
gritar “¡Que muerda el pastel!”. Es aquel que clama no chumarse con jaba y
media de bielas. Aquel que jura ser mejor técnico de la tri que Rueda, por el
hecho de jugar FIFA, aunque no patea un balón desde la secundaria. Es aquel que jura que hacer 2 horas y media de Quito a Tonsupa lo eleva sobre el común de los mortales.
El macho alfa, en quito, es el individuo que
en presencia femenina suele intentar despuntar en su grupo sacan a relucir sus
mejores características mediante la técnica de “batraceo del resto de la manada”
con lo que reluce dentro de su entorno social íntimo. Suele presentarse hostil
ante quienes intenten relevarlo de su estatus, y protege su condición de líder
con frases tales como “¿Y vos quien chuchas eres para contradecirme?” “…tu ñaña
no dijo lo mismo” o el clásico “Con 1 mano atada a la espalda igual te saco la
puggggta”, llegando incluso a verse envuelto en enfrentamientos físicos donde
el individuo normalmente suele fracasar en su intento de “sacarle la puggggta”
al macho beta (o longo alzado, según la locación de la disputa).
Pd: Si contestó “sí” a todas las anteriores, ¡felicitaciones!
Usted se encuentra en el 99% de hombres residentes en quito que se consideran
macho alfa, y probablemente usted aún viva con su madre.
buena buena ja ja ja
ResponderEliminarque basura tan grande !
ResponderEliminar