viernes, 14 de octubre de 2011

La razón vs. la pasión

¿Conformarse con la persona correcta o amar a la persona equivocada?

Todos nos hemos encontrado en este dilema. Sí. Todos.

Este tipo de fenómeno ocurre casi siempre en una etapa avanzada de la relación. O sea, en Quito a los 4 o 5 meses de que el hombre “se declaró” a la dama en cuestión. Y es posible ser experimentado por cualquiera de los 2 involucrados. Inclusive, por ambos al mismo tiempo o en diferentes épocas.

El amar a la persona que sabes que no te conviene, a pesar de ser una contradicción de la naturaleza humana (osea la estupidez) es algo muy común. Como el niño que a pesar de la advertencia de su madre, mete la mano en el fuego por la curiosidad. La diferencia es que la quemadura luego de la advertencia, en el primer caso, deja un ardor interno y una herida imposible de ver. Pero aún así somos tan obstinados en continuar con esa persona que, con intención o sin ella, nos hace daño. ¿Pobrecitos nosotros? No. ¿Pendejos? Sí.

Tenemos en el otro polo a la persona más correcta y adecuada para ti. Pero simplemente no “sacude tu mundo” como tu quisieras. Por lo tanto se vuelve aburrido y tú terminarás jodiendo al o la pobre cristiano/a que tomó un salto al vacío por ti.

No hay imbécil más grande que aquel enamorado de un prospecto inconveniente. Simplemente la razón no entra en la ecuación. La terquedad a la que nos sometemos, eso sí autoinducida, es sorprendentemente sólida. Como sólida la piedra con la que nos damos en la trompa luego de despertar del sueño.

Nadie aprende en cuerpo ajeno. No sé quien lo dijo, pero seguramente fue la conclusión de una estupidez similar a la que estamos tratando en estas líneas.

Entre, aburrirse con la persona ideal, y lacerarse el alma con la equivocada ¿Qué elegimos? Fácil. La segunda. ¿Por qué? No lo sé. No soy un puto psiquiatra. Pero según la experiencia de este humilde servidor, es por la emoción. Ni siquiera por los sentimientos. La emoción de que esa persona a pesar de ser un alfiler debajo de nuestras uñas, nos brinda eso que nadie más puede. Puede ser compañía. Puede ser dinero. Puede ser sexo. Puede ser mil cosas, que a nuestro criterio de embobe mundial, la o lo vuelve la/el único/a proveedor/a de lo que necesitamos. Y la ley de oferta y demanda explica bastante bien la relación existente en esa situación.

Entonces, ¿Por qué alargar el proceso sabiendo que al final de todo, te joderán? Por cobardes. Saber que mañana te cortarán un dedo es peor que saber que lo amputarán al final del mes. Porque no estamos acostumbrados a enfrentarnos a nuestros problemas y terminamos alargando la agonía mucho más de lo debido. Mucho más de lo soportable. Exprimimos lo que más podemos de nuestro aguante hasta quedar secos y ser arrojados a la basura por nosotros mismos. Alargamos la ilusión sabiendo que no es real.

No hablo de conformarnos con Mr./Ms. correcto/a a pesar de no sentir ni un mal pensamiento de él o ella. Hablo de ser coherentes con nosotros mismos. Ya comienzo a sonar a libro de autoayuda, así que culminaré pronto antes de ir a vomitar.

La vida es absurdamente corta para vivir en un espejismo La mayoría de personas se ilusionan con el potencial de alguien, y no de la realidad de ese alguien. Cambiar a alguien es más jodido que hacer que la tierra gire en reversa. Cambiar, a ese alguien por alguien mejor es tan sencillo como bajarte del bus equivocado, y tomar el correcto. O por lo menos tomar el que te acerque más a tu casa.

Pero sé que un texto no hará la diferencia en su dilema. Así que salud por ustedes que siguen al otro lado del río. Y salud por mi anterior YO que dejó de acompañarlos hace algún tiempo.

1 comentario:

  1. aunque ya no nos declaramos al damo o a la caballera en cuestión, es cierto, aquí a los 5 meses las dudas pueden volverse insostenibles. sólo he vivido en quito y doy fe del argumento temporal. también doy fe del "entre, aburrirse con la persona ideal, y lacerarse el alma con la equivocada ¿Qué elegimos? Fácil. La segunda", no porque lo haya vivido, pues jamás he logrado estar cerca de la opción aburrida, tal vez porque siempre he valorado mucho mi libertad, mi soledad y porque aburrirme me genera más dolor, que las heridas de amor. también puede deberse a una desmesurada sobrevaloración del tiempo y un no malgastarlo con gente que no me haga vibrar.
    acabo de llegar, luego de comentar poco a poco este texto a la parte que dice "la vida es absurdamente corta" y pienso: puede ser que no esté sobrevalorando al tiempo, sino dándole un justo precio dentro de mi existencia. Y entonces recuerdo a tantas y tantas personas que conozco, que han tomado el bus correcto y luego de años sienten haber perdido vida en el tiempo, otras, por el contrario, agradecen haber tenido paciencia porque han ganado calma, tranquilidad y han construido.
    pienso que cada caso es diferente y se ajusta a la forma de ser de cada humano.
    yo sé, con certeza absoluta, que lo correcto para mí debe darme emoción y debe darme paz. me gustan los caminos que recorren diversos paisajes, los que me regalan aventuras cotidianas, la diferencia está en que escojo caminos que me invitan a recorrerlos, caminos que se sienten a gusto conmigo allí. cuando éstos me niegan el paso, los abandono de inmediato. ser mal llevada no está en mis genes. no puedo querer a quien no me quiera.

    ¡lindo texto! muy auténtico. un abrazote castroalejo querido

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