jueves, 14 de octubre de 2010

Sobre los Sueños y las Mujeres Mal Casadas

Este texto no es un extracto de una tertulia profunda. Tampoco viene de la meditación intelectual de la contradicción del presente y el futuro. Menos aún de un libro de autoayuda, que personalmente creo, solo sirven para avivar las fogatas. Podría muy bien ser el hijo de una vaga idea de una borrachera de Diciembre o el resultado de ir pensando huevadas en el bus hacia el trabajo.

Cuando hablamos de los sueños, hay que esclarecer el término.

Sueño, según Wikipedia (porque me da pereza ir a buscar el diccionario de la real academia de la lengua) es: “El sueño es un estado de reposo uniforme de un organismo.”


Un estado es un país. Reposar es descansar. Uniforme es homogéneo y organismo es una o varias entidades. Definimos por OBVIA deducción que: “El sueño es un país de descanso homogéneo de una o varias entidades”

Es decir, un sueño es Ecuador.

Ahora bien, ¿Un sueño de quién o para quién?

Responderemos (responderé) esa pregunta más tarde.

Hablando de forma más personal para quienes no se identifican con tal deducción, pondré un ejemplo más práctico.

1000 veces me pregunté, que sería de grande. Y creo que ya de grande me seguiré preguntando lo mismo. Hubiera sido muy feliz siendo futbolista. Pero 2 cosas no me permitieron serlo. La primera fue una lesión de rodilla. La segunda, la vagancia de ir a rehabilitación. Creo que eso hizo más complicado el hecho de cumplir tal sueño.

Sueños (risas). Alguien me puede decir exactamente ¿Qué es un sueño?

Dicen que no cuesta soñar por lo que deduzco que es algo gratuito, como el bono de desarrollo.

Dicen que debemos alcanzar nuestros sueños, por lo que también deduzco que son algo lejano y ajeno, como la erradicación de la corrupción.

Y dicen también que no hay sueños imposibles y que nuestro propósito en la vida es cumplirlos, así que supongo que deben ser muy difíciles pero realizables y gratificantes, como la revocatoria del mandato de Correa.

Hasta ahora tenemos que un sueño es gratis, lejano, ajeno, difícil pero factible y placentero.

Algo así como una mujer mal casada.

Por ende el Ecuador sería una mujer mal casada. Es decir, que tiene un marido que la tiene convencida de que sin él, no sería nada, así que se siente muy inferior a lo que es. (No sé por qué se me viene el nombre de, básicamente, todos los países a la mente.)

Tiene bastantes hijos (es que antes no había televisión) que a veces se acuerdan de ella. Pero solo la llaman para pedirle plata o comida. (Llámense BCE, SRI, IESS etc.)

Es muy guapa pero pasa desarreglada la mayoría del tiempo. (Tantos líos, pobreza e ineficiencia en un país tan rico y diverso como el nuestro.)

Solo se arregla para las visitas, y solo ante ellas saca la mejor vajilla. (Tal parece que el Ministerio de Turismo no se da cuenta que todos los folletos y las maravillosas fotografías del “ombligo del mundo” deben ir sustentadas por capacitación a los huéspedes y no en el tan trillado monumento a la mitad del mundo, la tortuga de galápagos que han visitado 4 generaciones de gringos o el Cotopaxi cada vez más cabreado de aparecer en público.)

Dejó de lado la esperanza de los primeros días de casada, y le parece que su luna de miel fue hace mil años. Su primer esposo (Inglaterra) le dio esperanza de poder ser independiente, aunque con el tiempo se volvió esclava de su préstamo. La luna de miel le duró lo que duraron los efímeros años del boom petrolero. Años en que el dinero se hizo humo, como se humo se hicieron los parásitos que lo administraron en ese entonces, y que dejaron la posta a los nuevos derrochadores que ya no tienen necesidad de hacerse humo. Y a nosotros nos parece de hace mil años lo que apenas ocurrió hace 40.

Pero también las mujeres mal casadas tienen amigas, de igual pensamiento y similar antiestética, con quienes chismear. Véase, Irán, Venezuela, Bolivia, y demás integrantes del ALBA (lastimosamente, su equivalencia no es similar a la de Jessica).

Y podría citar más símiles para ilustrar las coincidencias entre Ecuador y tal mencionada dama. Lo rescatable tal vez sea, el despertar del sueño llamado Ecuador, y comenzar a amar a aquella mujer que solo ha sido maltratada. Pero como este es un pequeño escrito sobre los sueños, el cuál ha tomado un rumbo distinto del que pensé, deberá culminar con una frase inspiradora para no querer pegarnos un tiro después de la lectura de tan “inspirado” texto.

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar.” - Antonio Machado.

“¡Actuemos de una p..ta vez!” - Alejandro Castro.


1 comentario:

  1. Jamás pierdas la esperanza!!! todos los días podemos y debemos hacer algo para mejorar nuestra vida y nuestro deredor es sólo amanecer con una sonrisa y cambiará tu mundo y seguro el mío también...

    TKM

    Susana Naranjo Espinosa

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