miércoles, 18 de mayo de 2011

El camino

¿Cómo saber si se está por el buen camino?

Recientemente sostuve una charla “facebookiana” (si tal cosa existe) con un amigo al que no veo desde hace mucho. Uno de esos amigos que no sabes que tienes hasta que asoman con una palabra de aliento, o una botella de whisky. La charla virtual trataba de la definición que cada uno tiene del “propósito”, en mi caso, de un escrito.

En caso de que un texto mío no diga “dedicado a”, queda claro que yo escribo para mí. A veces podremos identificarnos en palabras de otra persona, y ahí es cuando un escrito se convierte en algo útil, y no solo en un conjunto de palabras sin sentido. Cuando tocamos a otra persona sin quererlo, sin importar su reacción, el texto valió la pena. Lo único que yo sostenía, es que no estaría mal lucrar de este oficio sin oficio. Si una puta puede vender su cuerpo, si un pintor puede vender su obra, si un chef puede vender su receta, ¿Por qué yo no puedo vender mis mentiras?

Él me decía que la intención al escribir un texto no es venderlo, sino la satisfacción de expresar mis ideas. Hasta ahora, solo me suena a libro de autoayuda. Pero hay algo cierto en sus palabras, y es que el propósito en un inicio no es sacarle dinero, sino ahorrarme el psicólogo.

Pero nadie come de autosatisfacción. Lastimosamente, en esta vida, la prostitución (no la las chicas de sonrisa fácil) es algo obligatorio para todos. Todos nos vendemos a diario. El Papa con su “bondad” se vende a los católicos y ellos pagan en contribuciones a la iglesia. El presidente con su discurso, se vende al país, y nosotros (giles) pagamos con votos. La madre con su amor, se vende a sus hijos, y ellos pagan con abrazos. Pero la gran mayoría, se vende al resto con talento, y los beneficiados le pagan con dinero. Seamos sinceros. Todos somos putas de la vida. Y aquellos que dicen no serlo, son los que más caro cobran.

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver eso con saber si se está bien encaminado? Todo.

Actualmente el éxito de una persona se mide en dinero. Fácil y sencillo. Si tienes carros, casas, empresas, eres exitoso. Si no, solo un pobre diablo. Así es el mundo. Así lo hicimos nosotros. Bueno, no nosotros, pero seguro los giles de nuestros tatarabuelos.

Ahora, el otro lado de la moneda. El éxito, para unos pocos, es el vivir en paz con uno mismo, el no traicionarse en el camino, el hacer feliz a otra persona mientras ella (o él, no discriminamos a nadie en este blog) es recíproca en sus sentimientos hacia ti. Si logras tener una familia unida, amorosa, responsable y respetuosa, eres exitoso. Si tienes amigos invaluables, que están en las buenas y las malas, eres exitoso.

La cuestión se define en hacerlo por vocación o hacerlo por dinero. Yo digo ¿Es mucho pedir ambas? Y ahí reside el “ir por buen camino”. Hacer que coincidan ambas. No tirarnos (bueno, lanzarnos) a hippies y morirnos de hambre, ni a “workaholics” y estar vacíos por dentro.

“Caminante no hay camino, se hace el camino al andar”. Todos hemos escuchado esa frase. La cantamos junto a Serrat en alguna reunión que ya olvidamos. Nunca le dimos el crédito a Antonio Machado, quien es el verdadero autor del poema, que luego fue canción. Canción que, a este ritmo, seguramente será “remixeada” por David Guetta o Dj Rakataka (radio más candela). Y es muy cierta. Cada uno construye su vida, transita su camino, o mata su chancho. No existe un destino para cada uno, no hay una misión que venimos a cumplir. La vida es una hoja en blanco y tu verás si haces algo de origami con ella, dibujas algo bello en ella, haces una bola y juegas fútbol, prendes una fogata o te limpias el trasero con ella.

No hay destino. Tanta fé le tengo a esa frase que me la tatué. Y puedo asegurar también que no hay camino.

Así que mi querido amigo, no sé si estoy por el buen camino, porque no hay un camino delante de nosotros. Y si le añadimos el que no hay destino hace más emocionante la única certeza de la vida: estamos y estaremos perdidos. Lo único que importa es disfrutar del viaje. Porque si es que hay algo que te puedo asegurar, es que cuando el tiempo se nos agote y miremos para atrás, será la única vez que podremos ver el camino, y saber si el que decidimos es igual al que quisimos.

2 comentarios:

  1. Bueeee, que te dire, si vas o no en buen camino, no lo sabras hasta que lo hayas andado, corrido, adelantado, atrasado, errado y culminado. Lo importante es como te dije siempre cuando lo camines, ademas de con los pies, hazlo con la cabeza y ahora te digo tambien hazlo con el corazon. La vida no es un papel en blanco, mas bien lo contrario esta escrita con todas las palabras del universo y en millones de idiomas, a ti solo te toca decidir que palabras pisar, eso es libertad, si piensas que vas a errar, pues simple no lo hagas. Si no lo sabes pues pude que te equivoques, pero eso solo lo vas a saber cuando lo hagas.. y no estoy diciendo que errar es malo, solo digo que lo malo esta en repetirlo, asi que a vivir se ha dicho. La vida es un sinnumero de elecciones, buenas y malas, ellas van haciendote y asi llegara el dia en que regreses a ver como tu dices. Pero lo realmente importante es que al regresas encuentres un camino lleno de gente que te quiso, que te ayudó, que te perdonó, que te acompañó y que nunca te va a olvidar. Por qué? porque lo intentaste!

    TQM

    HC

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  2. Vivir no es sólo existir,
    sino existir y crear,
    saber gozar y sufrir
    y no dormir sin soñar.
    Descansar, es empezar a morir.

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