sábado, 10 de septiembre de 2011

Eres lo que escondes

Para conocer a la gente, generalmente se lee su biografía. Pero ¿estamos realmente leyendo quien fue? No lo creo. Lo que hiciste no refleja lo que fuiste. Tan solo suele ser una consecuencia, y no proporcional, a lo que quisiste ser. Creo que me estoy enredando un poco aquí. Déjenme explicarme.

¿Qué es lo que nos lleva conocer a alguien? ¿Cuál es esa pequeña voz que nos dice “Sí, yo lo/la conozco bien”? ¿La de una biografía? ¿La de un reportaje? Les apuesto una botella de Johnnie Walker (rojo, porque no me alcanza para el negro) a que lo que encontrarán en todo ese tipo de publicaciones e historias es una fachaleta que cubre la mierda de la que están hechas las personas. Unas más, otras menos.

Es curioso el ser humano. Nadie, jamás, en ninguna entrevista hablará de sus falencias, sus derrotas, su porquería en general. Todos nos queremos vender como la mejor versión de nosotros mismos, pero escondiendo que somos lo peor que podemos ser la mayoría del tiempo.

Misses hablando de su amor por los niños con hambre, presidentes, asambleístas, rasgándose la vestimenta al tiempo que hablan de que cambiarán al país para bien, o morirán en el intento (si cumplieran con la clausula, la asamblea y Carondelet sería una casa de fantasmas). Curas predicando la palabra del “señor” mientras un monaguillo bajo el pulpito les da todo el placer que con “fé” se negaron a tener. Deportistas, que se jactan de su buen rendimiento, pero que su adicción a tal o cual droga solo se ve reflejada en las entrevistas con un “formato estándar de respuesta”. Periodistas incapaces de cambiar el “formato estándar de pregunta”. Políticos en general, “padres de la patria”, que bien merecido tienen el nombre, pues la patria ahora es la puta sin proxeneta con la que todos se acostaron y nadie pagó.

Nadie revelará jamás su lado oscuro (y digo lado oscuro para darles crédito de que tienen uno bueno). No es bueno para el negocio. La gente necesita creer que la vida es buena, bondadosa, llena de oportunidades para el correcto, y eso es precisamente el peso que debe soportar la ilusión. Una ilusión sostenida por la corrupción en todos su ámbitos. Una ilusión sostenida por el dinero, la apariencia, y los espejos de la vida.

Si no se hubiera descubierto el escándalo del notario Cabrera, ¿qué habría dicho su biografía? Partiendo de esa premisa, me pregunto ¿cuantas historias de asco hay detrás de cada persona? Insisto, unas más otras menos. Seamos sinceros. ¿Quien en su no tan sano juicio quisiera conocernos, o peor aun amarnos si de buenas a primeras nos mostráramos como somos? (Inserte la palabra que pensó, es decir la palabra “NADIE” con su propio tono de voz, aquí).

Pero no me permitan juzgarlos, sin antes juzgarme. Lo hago a diario. Un ejercicio no tan saludable de recordarme lo poco útil que he sido “a la sociedad”, lo malo que puedo llegar a ser cuando quiero, lo vago que soy así no quiera y el poco ejemplo que puedo darle al público en general. No vine a juzgar, solo a escribir lo que veo.

Si en algún momento en un futuro muy lejano, leen una biografía mía, no se dejen engañar por lo que algún estafador les dirá de mí. No crean lo que digan esas hojas aunque sea una autobiografía, pues solo les mentiré.

Y bueno, si decimos que se enseña por el ejemplo, dejemos a un lado todos los arcoiris que recubren cada una de las personalidades que habitan este grano de arena que algún tarado le dio por llamarlo “Planeta Tierra”, y desnudémonos.¡Esperen! No se quiten la ropa. En especial tú, el de la prominente barriga. Ustedes señoritas, pueden proseguir si gustan.

¿Quién soy en realidad?

Nadie.

1 comentario:

  1. Mucho tiempo me he mantenido en que nuestras acciones nos definen como personas, por lo que concluía que mis acciones decían a la gente quien soy en realidad, acciones buenas y malas. Pero en estos días, alguien me dijo: "tienes más carteras que sentimientos" y yo me cuestioné al respecto de este tema de las acciones.. es acaso mi lado oscuro quien realmente soy?? no lo creo, tal vez soy un equilibrio entre lo claro y lo oscuro, un gris que a veces tiende a claro y otros días a oscuro.. Con un mundo tal y como lo conocemos, podría decir que es difícil ser alguien y también ser nadie..

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